Nacido en una familia de la gran burguesía, Jean Cocteau perdió a su padre a los diez años y vivió con su madre y hermanos en casa de su abuelo, quien le hizo descubrir las obras de Beethoven, Berlioz y Wagner. Comenzó a escribir en 1908 y fue consagrado como adolescente prodigio.
Frecuentó los salones y conoció a Catulle Mendès, Anna de Noailles, Jules Lemaître, Edmond Rostand y Marcel Proust. Al mismo tiempo publicaba La Lampe d´Aladin (1909), Príncipe frívolo (1910) y La Danse de Sophocle (1912). Serguei Diaguilev y Stravinsky le señalaron que su camino era equivocado y decidió alejarse del éxito fácil de París retirándose al campo, donde compuso Potomak(1919), una toma de conciencia de las fuentes profundas y secretas de la poesía, expresada a través de una colección de textos y dibujos.
En 1916 conoció a Picasso y frecuentó a pintores y escritores de vanguardia: Guillaume Apollinaire, Max Jacob, Pierre Reverdy, Blaise Cendrars, Amedeo Modigliani. En 1917, los Ballets Rusos ofrecieron la primera representación de Parade, ballet realizado por Cocteau, Erik Satie y Picasso que provocó escándalo. En 1919 conoció a Raymond Radiguet, encuentro que lo llevó a escribir Le secret professionnel (1922), tratado de arte poética y de estilo de una gran profundidad.
A partir de 1921 comenzó un período muy fecundo: Los novios de la torre Eiffel(1923), Antígona y Edipo Rey (1928) en teatro; Plain-Chant (1923), Thomas el impostor (1923) y Le Grand Écart (1923) en poesía y novela. La muerte de Radiguet lo sumió en la depresión y le hizo refugiarse en el opio y el catolicismo. En 1924 reunió y publicó una compilación de sus versos bajo el rótulo Poesías(1916-1923), y al año siguiente escribió Orfeo y algunos poemas de Opéra.
Final
Por la mañana me inclino, me inclino y me dejo caer. Caigo por la fatiga, el dolor, el sueño. Soy inculto, nulo. No conozco ninguna cifra, ningún dato, ni nombres de ríos ni lenguas vivas o muertas. Cosecho ceros en historia y geografía. Si no fuera por algunos milagros, me perseguirian. Por otra parte he robado los papeles a un tal J. C. nacido en M. L. el… muerto con 18 años tras una brillante carrera poética.
Esta cabellera, este sistema nervioso mal plantado, esta Francia, esta tierra, no me pertenecen. Me repugnan. Los cancelo mientras sueño de noche.
La madre no ve más que fuego. La amo. Me lo da. No digáis que la engaño. Como contrapartida le doy la ilusión de tener un hijo.
He dejado el paquete. Que me encierren, que me linchen. Que lo entienda quien quiera: Soy una mentira que siempre dice la verdad.
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