martes, 16 de diciembre de 2014

LADY GRACE ELLIOTT...

Lady Grace Dalrymple Elliott ( 1754-1823) ha pasado a la Historia, por ser la autora de una crónica autobiográfica sobre los años de la Revolución Francesa titulada"Ma vie sous la revolution", en la que relata las peripecias en el país galo que casi le llevaron a la guillotina. Sin embargo, la existencia de Grace se caracterizó por una constante búsqueda del amor tanto en París, donde fue amante del Duque de Orleans, como en Inglaterra, país en el que vivió un apasionado romance con el Príncipe de Gales y más tarde Rey de Inglaterra.
Grace,nace en Edimburgo, siendo la hija de un abogado de la capital escocesa. Sin embargo,apenas disfruta de vida familiar ya que al poco de nacer, su padre abandona a su madre y ésta deja la educación de su hija en manos de unas religiosas. Éstas deciden enviarla a  Francia, donde se encontraba la sede de la congregación. Será aquí donde recibirá la instrucción en las maneras y costumbres de la aristocracia francesa del siglo XVIII y donde se convertirá en una dama de gran elegancia y sofisticación.
En 1771, Grace regresa a Edimburgo, donde es considerada como una invitada indispensable en toda reunión de la alta sociedad escocesa.Será en una de estas fiestas y por intermediación de su padre donde conocerá a John Elliott, un médico de enorme fortuna pero mucho mayor que ella que, tras quedar prendado de Grace, le ofrecerá matrimonio casi de forma inmediata.
La gran diferencia de edad entre los contrayentes y la nula atracción que Grace sentía por su marido, condenaron al matrimonio al fracaso tempranamente. Pocos meses después del enlace ya se escuchaban en las calles de Edimburgo, rumores sobre supuestas escapadas románticas de la nueva señora de Elliott.Finalmente, tras varios años de murmuraciones, el escándalo se destapa públicamente y Grace decide abandonar la capital escocesa en compañía de su amante Arthur Annesley. John Elliott, abatido, decide entonces divorciarse. Tras un largo y conflictivo juicio, Grace logra liberarse del matrimonio a la que había sido obligada por su padre  y recibe de su ya ex marido doce mil libras, una cifra astronómica para la época.
 Grace tuvo que enfrentarse tras el divorcio al rechazo no solo de la sociedad escocesa, sino también  de su familia.Al borde de sufrir un colapso nervioso, se traslada a un convento en Francia  donde espera recuperar la paz perdida. Grace decide abandonar el retiro en Francia y comenzar una nueva vida en la capital inglesa junto a su admirador, Lord Cholmondeley.
Una vez instalada en Londres,se introduce en el fascinante mundo de la sociedad londinense, donde no solo se mueven profesionales exitosos, sino igualmente aristócratas y príncipes. Extasiada por el lujo, pronto comenzará a galantear con no pocos hombres.Uno de ellos, el Príncipe de Galés (quien posteriormente se convertiría en Jorge IV)con quien  comienza una apasionada relación. Ese mismo año,Grace da a luz a una niña, Georgina Federica Augusta Elliott, que según su madre, es hija del Heredero inglés. Éste, después de que la noticia hubiera trascendido a los medios, la reconoce, aunque siempre dudó —la niña era de tez muy oscura a diferencia de los de la Casa de Hannover— de su paternidad. Actualmente los historiadores apuntarían como probable padre al propio Lord Cholmondeley, quien siempre la protegió como un padre, al baron Charles William Wyndham ó al político George Selwyn.
En cualquiera de los casos, Grace mantuvo una relación amistosa con el Príncipe de Gales quien en 1784 le presentaría a Luis Felipe II, Duque de Orleans.Grace se enamora del Duque quien, igualmente prendado, le pediría marcharse con él a París.Así,Grace se instala en la capital francesa y permanece allí durante todo el periodo revolucionario, no sin riesgo para su vida. El Duque tomó partido por los amotinados y fue conocido como “Felipe Igualdad”, mientras que Grace apoyó la Monarquía hasta el punto de realizar misiones secretas a su favor.Pese a sus diferencias ideológicas, Grace y el Duque mantuvieron su historia de amor y cuando en 1793 el Duque de Orleans fue llevado a la guillotina después de ser acusado de estar moviendo los hilos a favor de su hijo, el futuro Luis Felipe I de Francia,Grace quedó destrozada.
Su relación con el Duque la  llevó a prisión durante un año. En las cárceles por las que pasó —un total de cuatro— sería donde escribiría sus memorias sobre sus años en la Francia más convulsa. Si bien muchas de las damas que se movían en los mismos círculos fueron ejecutadas, la escocesa consiguió escapar de la muerte al llegar a su fin, el llamado "Reino del Terror" antes de que se llevara a cabo su juicio.
En sus últimos años,vivió una vida acomodada en las afueras de París. La leyenda afirma que llegó a mantener un romance con Napoleón Bonaparte, si bien no existen evidencias a este respecto. En 1823 con aproximadamente setenta años, Grace fallecía. Sus restos descansan en el cementerio parisino de Père Lachaise. Su vida fue llevada a la pantalla grande por el director francés Éric Rohmer en 2001 en la película titulada "La inglesa y el duque".

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