domingo, 24 de agosto de 2014

LUCRECIA BORGIA...


                                                       LUCRECIA BORGIA
                                                       ROMA 1480


Hija ilegítima del Papa Alejandro VI,se convirtió en una de las mujeres más ilustradas del Renacimiento y heroína de la literatura romántica y la ópera.Un personaje fascinante y misterioso.Destacó por su dedicación a las Artes y a la composición musical.
La biografía de Lucrecia Borgia sigue siendo tema de estudio y fascinación. Una vida rodeada de mitos, muchos de ellos desmentidos por expertos estudiosos de la familia Borgia que aseguran ,no fue una envenenadora, ni una libertina, ni tampoco una adúltera.

Lucrecia Borgia, una de las mujeres más célebres y hermosas de la historia, era la hija ilegítima del papa Alejandro VI y de Vanozza dei Catenei, la amante con la que tendría cinco hijos.Fue educada entre sedas,libros y lujos.

 A los doce años, presenció el acto en el que su padre era proclamado sumo Pontífice.A  los trece, se vio obligada a casarse, por razones políticas, con el señor de Pésaro, un respetable cuarentón.

El matrimonio fue disuelto cuatro años más tarde por su propio padre,alegando la no consumación de aquel matrimonio.Consiguió casarla, en segundas nupcias, con el príncipe Alfonso de Biscaglie. Tiempo después, cuando la alianza con el Reino de Nápoles se volvió adversa para los Borgia, Alfonso, príncipe de Salerno, moriría a manos de su familia política –lo mismo había sucedido con su primer marido, Giovanni Sforza– sin que la noble pudiera evitarlo.
 Lucrecia fue víctima de constantes intrigas y de las conveniencias políticas de su padre y hermano, César Borgia, que la casaron y descasaron a su antojo. Al primer marido nunca lo quiso y, aunque intentó salvarle la vida, no lo consiguió. Al segundo, el príncipe Alfonso, lo quiso demasiado –tuvieron un hijo, Rodrigo, fallecido en 1512– pero no pudo evitar que muriera apuñalado.
Con sólo 22 años, Lucrecia tuvo que contraer matrimonio, de nuevo, con Alfonso de Este, duque de Modena y Ferrara que, aunque inicialmente se vio obligado a aceptar la boda –sobre ella recaían acusaciones por asesinato e incesto–, acabó nombrándola, por amor, duquesa de Ferrara.

En 1503, muere su padre, Alejandro VI y su hermano, César, el hombre despiadado y cruel que le sirvió de modelo a Maquiavelo para su libro, El Príncipe, tiene que huir de Roma. El poder de los Borgia toca a su fin aunque, en la historia, queda escrito que, en menos de medio siglo, dos papas españoles fueron entronizados en Roma. El primero, el obispo de Valencia, Alfonso de Borja, Papa Calixto III. El segundo, su sobrino, Rodrigo Borja, nacido en el Reino de Valencia en 1431, –cambiaría Borja por Borgia– que, de cardenal y vicecanciller de la corte pontificia, pasa a ser, en 1465, cabeza del Vaticano.

Con la muerte de su progenitor y la huida de su hermano, Lucrecia, por fin, es libre para disfrutar de su papel: el de esposa amante y fiel, el de mujer erudita y cultísima –hablaba italiano, español, latín y griego–, el de mujer comprometida con los desdichados y el de mecenas. Entre sus amigos, el poeta Ludovico Ariosto y Tiziano, el célebre pintor veneciano.

La duquesa murió a los 39 años, como consecuencia de un aborto, cuando estaba embarazada de su quinto hijo.

 

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