Su primera pareja. A principios del siglo XX. Estuvo con él siete años, de 1904 a 1911. Fue su compañera fiel en los años de pobreza cuando él no era nadie. Tenía su misma edad, 22 años, y unos hermosos ojos verdes que enseguida atrajeron al pintor. Bella, famosa entre los artistas por su holgazanería. Era una espléndida cocinera y tan buena administradora que conseguiría alimentar a Picasso y a su amigos con solo dos francos diarios. Nunca quiso aceptar las proposiciones de matrimonio hechas por el pintor. Picasso, ella y un numeroso grupo de amigos -españoles muchos de ellos- vivían una bohemia pobre, divertida y laboriosa, en una extraña comunidad artística. Empezó a ser conocido el grupo como ‘La Banda Picasso’.Pero ya su relación personal empezaba a marchitarse.
Picasso se estaba cansando de Fernande. Ya no existía el hambre que les unió. El empezaba a ser famoso. Y atravesaba una época en la que quería retirarse de la vida bohemia y asentarse con una chica atractiva y manejable. Aprovechó la oportunidad que le dio Fernande, que tuvo una aventura amorosa (casi por una apuesta) con un joven pintor boloñés, Ubaldo Oppi, para comenzar una estrategia para deshacerse de ella.
EVA GOUEL
Después de cuatro años junto a Picasso, la muerte le arrancó de sus brazos, en la primera guerra mundial.
Aquella muchacha que sabía mirar con los ojos entrecerrados sería la primera a la que verdaderamente amó, según Picasso confesó más tarde o quizás a la única.
Eva pertenecía al grupo de la bohemia de París. Menuda, tierna, dulce, muy bella. Su rostro se oculta tal vez en muchos de los cuadros cubistas de aquellos años. Picasso sintió hacia ella, durante una relación que la muerte cortó muy pronto, una pasión de adolescente romántico,la llamó ‘Ma Jollie’ y ese nombre figura en muchos de sus cuadros cubistas de aquella época.
Durante la enfermedad de Eva,Picasso conocería a otra mujer ,Gaby. Con una belleza frágil, típica parisina, tiene además su misma edad, 27 años.
Eva muere en las Navidades de 1915. Sus manos ya frías aprietan unas blancas cuartillas con los últimos versos de Picasso.
OLGA KOKLOVA
Soportó al genio con cariño durante más de 12 años.Fue legalmente su primera esposa y como a casi todas, le abandonó. Dio a luz a su primer hijo, Pablo.
En 1917 Picasso entró en contacto con el ballet ruso de Diaghilev, muy conocido en toda Europa y en Estados Unidos, ejemplo de modernidad y originalidad. Allí fue donde encontró a Olga Koklova, una de sus bailarinas cuando el grupo actuaba en Roma. Esta mujer ambiciosa le haría olvidar muy pronto a algunas amantes circunstanciales como Irene Lagut y especialmente a una mulata de la Martinica, que habían aliviado su soledad y rápidamente tomaría la decisión de casarse con el famoso y ya rico pintor español.
Olga se presentaba como de noble cuna, cosa que sin duda debió influir en Picasso, e hija de un general. Era bella, pero también muy ambiciosa, intransigente, tozuda y triste. Así aparece en los primeros retratos del pintor, algunos de los cuales muestran la capacidad de éste para lo que suele llamarse arte convencional y clasicista. Las pinturas que le haría más tarde, cuando la vida a su lado se convirtió en un infierno, son muy distintas, de una terrible crueldad.Ahora la nueva ‘Banda Picasso’, sus nuevos amigos, no eran ya los bohemios de Montmartre. Pero a Olga le molestaban tanto como si lo fueran. Ella estaba obsesionada por alternar con la alta sociedad parisiense, como una nueva rica, mientras Picasso empezaba a interesarse por el surrealismo y sus teorías aplicadas a la pintura. A finales de los años 20, Picasso , huyendo de las peleas con Olga pasea por París. A la salida del metro de las Galerías Lafayette, encuentra a una joven, la aborda directamente y le dice que los dos van a hacer grandes cosas juntos. La chica es Maria Teresa Walter y tiene 17 años.
MARIE-THÉRÉSE WALTER
Estuvo siete años con Picasso y le dio una hija,Maya.
Picasso comenzó a pintar a Marie-Thérèse. Una tarde lo hacia junto a Buñuel cuando casi le sorprende Olga.
Picasso pues, había conocido a Marie-Thérèse Walter en un momento en que sus relaciones con Olga estaban ya rotas, aunque seguían casados y viviendo juntos. La chica fue para él como un soplo de aire fresco y limpio. Y ello se reflejó en los cuadros. La pintura abandonó las crispaciones del cubismo y el surrealismo mas duro y se tornó sensual, redonda, tierna, erótica y suave. Había vuelto la paz al corazón de Picasso de la mano de aquella chiquilla.
Marie-Thérèse parece haber sido una mujer admirable. Era suiza, rubia, saludable, deportista, alegre y de trato muy suave. Totalmente desinteresada y nada exigente. Enemiga de los convencionalismos y afectuosa. Es decir, todo lo contrario que Olga..
Picasso , hubo de utilizar trucos para ocultar a la sociedad su nueva relación. Marie-Thérèse era menor de edad. Ese primer verano estaba de monitora deportiva en un campamento infantil. Picasso acudía por la noche y se encontraban bajo la tienda de campaña.
También ocultó a Olga su nueva relación. Pocos meses después de conocer a Marie-Thérèse, le compró un apartamento cerca de su casa en la calle La Boetie. Aprovechó los conocimientos que ella tenía para conducir automóviles. La disfrazó de chofer, de hombre-chofer y viajaba con ella a todas partes Sólo estaban al tanto del secreto algunos amigos íntimos, como el escultor Julio González.Se dedicaría preferentemente a la escultura, con Marie-Thérèse como amante y modelo para la historia.Pero Picasso buscaba, necesitaba una vez más, el cambio. Y empezó por Marie-Thérèse. Si había luchado tanto por verse a escondidas con Marie-Thérèse, ahora que ya la tenía en su casa, le fatigaron muy pronto la vida hogareña, los lloros de su hijita, la rutina cotidiana. Ni ella ni Maya podían calmar sus angustias ante la guerra civil española. Necesitado de paz, mandó con su madre a aquella mujer que tanta devoción le había tenido y, aunque siguió viéndola de cuando en cuando, el regreso al ambiente bohemio con sus amigos surrealistas.
En una de sus tardes en los Cafés de Saint Germain, Eluard le presentó a una muchacha de pelo negro y hermosos ojos verdes. Lo hizo a petición del propio Picasso, quien se interesó por aquella joven de rostro delicado, serio e intranquilo, iluminado por aquellos ojos.
DORA MAAR
Con Picasso vivió ocho años y fue testigo principal de la gestación de su cuadro mas famoso: El Guernica. Dicen que fue de todas, la más inteligente.Henriette Teodora Markovitch había nacido en París en 1907. Hija de un arquitecto croata y de una francesa, se trasladó a Buenos Aires a los tres años de edad. Tuvo una adolescencia privilegiada, tenis, playa, bailes y cruceros. De nuevo en París, la joven conectó con los surrealistas y la extrema izquierda. Fue amante del escritor Bataille, una de las personas más inteligentes de aquellos años y también del cineasta Chavance.
Cuando Dora conoce a Picasso en el café ‘Les deux Magots’, está jugando a pincharse los dedos con una navajita, hasta hacerse sangre. Picasso agarra sus manos y le dice que esa sangre es tan hermosa como la de los toros en la plaza. Picasso se presenta como poeta, le dice que los toros son ángeles que llevan cuernos y le pide que escuche sus versos.
Dora Maar protegió a Picasso durante todo el proceso de creación del Guernica. Además fue el testigo gráfico ya que fotografió todos los bocetos. Dora era muy buena fotógrafa.
Para Picasso retratar a las mujeres era una forma de seducirlas. Muchas se identificaron con sus retratos y cuando dejó de hacerlos, todo se acabó para ellas. Picasso no volvió a pintar a Marie-Thérèse después de conocer a Dora.
Marie-Thérèse Walter guardo recortes de las uñas y pelo de Picasso durante muchos años, como pequeños trozos del hombre que nunca poseyó del todo. Maria Teresa fue una víctima del abandono de Picasso y sin poder soportar su ausencia (muerto ya Picasso, ésta era claramente definitiva) se suicidó en 1977. Ella fue la primera, pero no la única.
La relación de Picasso con Dora Maar fue menos tranquila que la de Marie-Thérèse Walter.Había una lucha de dos fuerzas casi igualadas y en esa lucha perdió finalmente Dora. Sin embargo, el ‘Guernica’, la ideología de izquierda, la rabia contra el fascismo, primero en la guerra de España y después en la ocupación alemana de París les unió con fuerza. Dora jamás le decepcionó. Junto a él se jugo la vida. El embajador nazi les visitó un día para congraciarse con el famoso pintor español. Ante una reproducción del Guernica preguntó a Picasso. «¿Esto lo ha hecho usted?» Y Picasso con sorna le respondió. «No, eso lo han hecho ustedes. Si, ustedes».
Dora acabo perdiendo la razón. Cuando Picasso la fue abandonando tras conocer a sus dos siguientes amores, casi a la vez, Françoise Gilot y su otro amor secreto, Genevieve Laporte, Dora entró en un proceso de meditación y de alucinaciones La mística se apoderó de ella. El famoso psiquiatra Dr. Lacan y el amigo Paul Eluard ayudaron a Dora y criticaron con dureza a Picasso por su egoísmo. Dora llegó años más tarde a entrevistarse con Françoise Gilot y sus demoledoras frases han pasado a la historia. «Sin Picasso no hay nada. Después de Picasso, sólo queda encontrarse con Dios».
Dora Maar murió en París a los 90 años de edad, en el mes de julio de 1997.
FRANCOISE GILOT
Le dio a Picasso dos hijos, Claude y Paloma. Compartió su vida con él durante nueve años.Fue la única que lo abandono.En 1943, en plena resistencia francesa, cuando aun se mantiene firme la relación con Dora, Picasso conocerá a su nuevo amor,Françoise Gilot. Ella le buscó, él la encontró. Picasso tiene 62 años,Françoise, 23. Sus brillantes ojos castaños y su actitud inteligente y soñadora le conferían una realidad bucólica. Pero también muy terrenal y física. Además le interesaba la pintura y tenía talento en este arte, cosa que no hizo sino entusiasmar más a Picasso. Su nivel social, de clase media alta, fue un atractivo más para el pintor. Françoise tenía una abuela de fuerte personalidad que ejercía una influencia decisiva en la joven.
Françoise iba muchos días a dejarse pintar por PicaLe dio a Picasso dos hijos, Claude y Paloma. Compartió su vida con él durante nueve años.Fue la única que lo abandono.
En 1943, en plena resistencia francesa, cuando aun se mantiene firme la relación con Dora, Picasso conocerá a su nuevo amor,Françoise Gilot. Ella le buscó, él la encontró. Picasso tiene 62 años,Françoise, 23. Sus brillantes ojos castaños ysu actitud inteligente y soñadora le conferían una realidad bucólica. Pero también muy terrenal y física. Además le interesaba la pintura y tenía talento en este arte, cosa que no hizo sino entusiasmar más a Picasso. Su nivel social, de clase media alta, fue un atractivo más para el pintor. Françoise tenía una abuela de fuerte personalidad que ejercía una influencia decisiva en la joven.
sso y a que éste la enseñara. En esa época la situación sentimental de Picasso comienza a ser caótica. Seguía con Dora pero también veía clandestinamente a Marie-Thérèse Walter con la excusa de visitar a su hija Maya. Y ahora, sin buscar, encuentra a Françoise Gilot. Picasso no era promiscuo sino monógamo y sus infidelidades no fueron con mujeres distintas a sus parejas sino con ellas mismas, a las que nunca renunció ó quizás fueron ellas las que no quisieron o no pudieron renunciar a él.
Como consecuencia de lo anterior quizás se puede explicar la fijación de Picasso en sus cuadros, sobre todo en sus grabados por la leyenda del minotauro y su connotación poligámica y fálica. Así se lo cuenta a Françoise Gilot en una de las sesiones de pintura que siempre terminaban en una relación sexual.
Al finalizar la II Guerra mundial, en el año 1945, Picasso se llevó para una estancia prolongada en la Costa Azul, a Françoise Gilot. Dora Maar seguiría su propio camino, ahora en una casa junto al Mediterráneo que el propio Picasso le había regalado. Y cerca de él.
En La Costa Azul, en Antibes, Françoise descubrió a Picasso el abandonado Palacio Grimaldi, con el que Picasso llevaba años soñando para instalarse allí a pintar. Durante varios meses Picasso convirtió el viejo palacio en su propio taller. A falta de telas compró grandes planchas de madera y allí pintó todo el espíritu del Mediterráneo.
En La Costa Azul, en Antibes, Françoise descubrió a Picasso el abandonado Palacio Grimaldi, con el que Picasso llevaba años soñando para instalarse allí a pintar. Durante varios meses Picasso convirtió el viejo palacio en su propio taller. A falta de telas compró grandes planchas de madera y allí pintó todo el espíritu del Mediterráneo.
Françoise fue ‘La mujer flor’. Picasso, cuando deseaba verla comenzaba a pintar su retrato. A las pocas horas aparecía Françoise. Picasso decía que era como hacían los antiguos pobladores de las cavernas. Pintaban un bisonte y enseguida este aparecía y lo cazaban. Picasso no era dominante, pero dominaba. No le importaba mandar, pero mandaba...
Nunca quiso ser líder, pero lo fue. El gran error de Françoise, como el de Dora, fue renunciar a la pintura y vivir únicamente por y para Picasso. A principios de los años 50, aquella joven empieza a superar el deslumbramiento que había sentido por el genio y a sentirse a disgusto a su lado.Por otro lado acaba de aparecer en su vida, cuando no le falta mucho al pintor para cumplir setenta años, otro nuevo y extraño amor, no buscado sino también encontrado. Sería una relación clandestina, intermitente y misteriosa, más duradera que otras muchas del mismo genero, ya que se alargó durante casi diez años. Quizás no se conocería hoy, si su protagonista, ‘La chica de los miércoles’, no la hubiese contado en un libro. Era Genevieve Laporte.Françoise no le dio mucha importancia a esta relación.La agitación, la fama, el desdén del artista, acabaron por desesperar a Françoise. Según confesó con humor e ironía, no podía pasar el resto de su vida al lado de un monumento histórico…. Antes de que regresaran a París, en 1953, ella buscó a unos amigos y le dijo a Picasso que se marcharía para siempre de su lado. El, furioso y herido en su orgullo, la echó inmediatamente de casa.
Picasso, sólo en su estudio, se puso a dibujar a Genevieve Laporte para conjurar su miedo y su soledad. Como tantas veces había sucedido, a los pocos días apareció aquella mujer, su amor trashumante.
GENEVIEVE LAPORTE
Entregó a Pablo Picasso cuatro años de su vida. Fue su amor secreto.Nunca quiso ser líder, pero lo fue. El gran error de Françoise, como el de Dora, fue renunciar a la pintura y vivir únicamente por y para Picasso. A principios de los años 50, aquella joven empieza a superar el deslumbramiento que había sentido por el genio y a sentirse a disgusto a su lado.Por otro lado acaba de aparecer en su vida, cuando no le falta mucho al pintor para cumplir setenta años, otro nuevo y extraño amor, no buscado sino también encontrado. Sería una relación clandestina, intermitente y misteriosa, más duradera que otras muchas del mismo genero, ya que se alargó durante casi diez años. Quizás no se conocería hoy, si su protagonista, ‘La chica de los miércoles’, no la hubiese contado en un libro. Era Genevieve Laporte.Françoise no le dio mucha importancia a esta relación.La agitación, la fama, el desdén del artista, acabaron por desesperar a Françoise. Según confesó con humor e ironía, no podía pasar el resto de su vida al lado de un monumento histórico…. Antes de que regresaran a París, en 1953, ella buscó a unos amigos y le dijo a Picasso que se marcharía para siempre de su lado. El, furioso y herido en su orgullo, la echó inmediatamente de casa.
Picasso, sólo en su estudio, se puso a dibujar a Genevieve Laporte para conjurar su miedo y su soledad. Como tantas veces había sucedido, a los pocos días apareció aquella mujer, su amor trashumante.
GENEVIEVE LAPORTE
Genevieve Laporte cuando tenía 16 años había ido a verlo a su estudio en París para hacerle una entrevista para el periódico del colegio. Picasso le pide que vuelva y así comienzan las visitas secretas que durarían años y serían un motivo para que el artista pintase algunos cuadros de gran sensualidad. El cómplice y confidente de Picasso en su clandestina relación con Genevieve fue su barbero, un exiliado español como el, llamado Eugenio Arias. A él le entregaba los dibujos que hacía de Genevieve para que se los diera, a espaldas de Françoise.La joven le daba juventud,la necesitaba. Se llevaban más de 40 años de diferencia. Como muchos otros Picasso pensaba que un hombre no deja de enamorarse cuando envejece, sino que envejece cuando deja de enamorarse. En la capilla de Vallauris en la Costa Azul donde Picasso estaba pintando los murales de la Guerra y la Paz, era habitualmente visitado por Genevieve, esta vez con la complicidad de su hijo Paulo.La relación de Picasso con Genevieve se truncó finalmente por un grave malentendido entre los dos. Paulo, el hijo de Picasso le preguntó que por qué no le había pedido que se fuera a vivir con él. Picasso no supo responder claramente. Farfulló algo así como que las mujeres que no amaba se pegaban a él y a las que amaba desaparecían. Que Genevieve iba y venía,y jamás se quedaba. Esa conversación la tuvieron en la carretera en un viaje de París a la Costa Azul, poco antes de llegar a Vallauris en donde pararon a desayunar en la pastelería de los Ramie, eran los tios de una niña que él había conocido casi veinte años antes, Jacqueline Rocque. Ahora la niña tenia casi 30 años, era divorciada y con una hija.
JACQUELINE ROCQUE
Vivió junto a Picasso 18 años. El murió en sus brazos. La llamaron enfermera, esclava y carcelera.
Picasso dijo una vez que no se ama a Venus, sino a una mujer. También dijo en sus últimos años, incluso después de haber pintado la prodigiosa serie ‘El pintor y su modelo’, que no se había enamorado nunca. Sin embargo, una vez mas se dejó vencer por otra mujer joven. Jacqueline tenía entonces 27 años,Les separaban 47 años.Era menuda, más baja que Picasso (l,50 cm) y Picasso 1,63 cm. Siempre acicalada, rigurosa, abnegada y ciertamente estaba dispuesta a convertirse en la secretaria, mensajera, enfermera, amante, ama de llaves e incluso esclava y carcelera del pintor. Cuando éste acepto vivir con ella, anunció: «Has entrado en sacerdocio. Me llamarás monseñor».Y así fue. Jacqueline enjabonaba el cuerpo de Pablo a la hora del baño, le contemplaba durante su trabajo aunque cayera la madrugada y ella se durmiera en la silla. Al igual que las anteriores mujeres hizo de modelo una y otra vez.
Se casarían más tarde, en marzo de 1961, seis años después de la muerte de Olga Koklova, la primera esposa legal del pintor que nunca le dio el divorcio y cuando él cumple los 80. Para entonces habían vivido juntos siete años en ‘La Californie’, una casa enorme situada en el monte por encima de Cannes. Allí intentó Jacqueline, incluso con excesivo celo, guardar al pintor del calor de sus amigos y de la curiosidad de sus admiradores.Jacqueline se suicidó el 15 de octubre de 1986 en Mougins, en Notre Dame da Vie, la casa de la Costa Azul en la que había vivido los últimos años, con y sin Picasso. Algunos biógrafos identifican este suicidio con el ritual de las viudas hindúes que se arrojan a la pira junto al cadáver de su marido.
Se casarían más tarde, en marzo de 1961, seis años después de la muerte de Olga Koklova, la primera esposa legal del pintor que nunca le dio el divorcio y cuando él cumple los 80. Para entonces habían vivido juntos siete años en ‘La Californie’, una casa enorme situada en el monte por encima de Cannes. Allí intentó Jacqueline, incluso con excesivo celo, guardar al pintor del calor de sus amigos y de la curiosidad de sus admiradores.Jacqueline se suicidó el 15 de octubre de 1986 en Mougins, en Notre Dame da Vie, la casa de la Costa Azul en la que había vivido los últimos años, con y sin Picasso. Algunos biógrafos identifican este suicidio con el ritual de las viudas hindúes que se arrojan a la pira junto al cadáver de su marido.
PICASSO TUVO CUATRO HIJOS:UNO CON OLGA(PAULO),UNO CON MARIE THERESE(MAYA),DOS CON FRANCOIS(CLAUDE Y PALOMA).
GUERNICA
Pintado en los meses de mayo y junio de 1937, cuyo título alude al bombardeo de Guernica, ocurrido el 26 de abril de dicho año, durante la Guerra Civil Española. Fue realizado por encargo del Director General de Bellas Artes, Josep Renau a petición del Gobierno de la República Española para ser expuesto en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena Guerra Civil Española.
En la década de 1940, puesto que en España se había instaurado la dictadura militar del general Franco, Picasso optó por dejar que el cuadro fuese custodiado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, aunque expresó su voluntad de que fuera devuelto a España cuando volviese al país la democracia. En 1981 la obra llegó finalmente a España. Se expuso al público primero en el Casón del Buen Retiro, y luego, desde 1992, en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se encuentra en exhibición permanente.Su interpretación es objeto de polémica, pero su valor artístico está fuera de discusión. No sólo es considerado una de las obras más importantes del arte del siglo XX, sino que se ha convertido en un auténtico "icono del siglo XX", símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos
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