Hay perros que rescatan supervivientes de terromotos, aludes; perros guía que se convierten en los ojos de personas invidentes; otros ayudan a desactivar artefactos explosivos evitando una tragedia y los hay que acuden a las residencias de ancianos o centros hospitalarios para acompañar a los pacientes. La sola presencia de una mascota en casa ya es terapéutica porque nuestros peludos compañeros se entregan en cuerpo y alma.
Por si fuera poco, también hay perros que 'enseñan' a leer. O, al menos, sirven de apoyo a niños con necesidades educativas especiales. Lo hacen gracias al proyecto Perros y Letras, patrocinado por la empresa de alimentación Dingonatura. Se trata de un programa de ayuda a niños con problemas que forma parte del internacional R.E.A.D. de lectura con perros (Reading Education Assistance Dogs).
¿Me lees un cuento?
La terapia se realiza en centros escolares y en bibliotecas públicas y utiliza un innovador método en el que el niño lee un libro que escoge expresamente para el animal. La sesión se desarrolla en una alfombra especialmente destinada a la lectura y el perro se tumba en ella mientras el terapeuta invita al niño a leer y a explicar aquellas palabras que el perro no entiende. Éste está entrenado para realizar un movimiento, generalmente, mueve la pata, y notificar al joven lector que necesita que le expliquen mejor un concepto. El niño entonces relee o explica la palabra y el animal vuelve a realizar un movimiento de conformidad. La lectura se convierte así en un acto lúdico y divertido, donde todo discurre alrededor del animal, estimulando la motivación, concentración e imaginación del niño.
Su éxito radica en la conexión emocional que se establece entre ambos. "Cuando el niño y el perro se sitúan en la manta ocurre algo maravilloso. Da igual lo que suceda alrededor. El chaval está centrado en su lectura, en leerle al perro, y está convencido de que éste le está escuchando. Es un momento mágico", asegura Elena Domínguez, terapeuta y directora de Perros y Letras.
¿A quién va dirigido?
Está dirigido a cualquier niño de tres años en adelante con problemas de lenguaje, comprensión, dislexia, aquellos con bajos recursos y cuyo segundo idioma es el español, con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) e, incluso, autismo o asperger. De hecho, "en estos casos se están obteniendo excelentes resultados", asegura la terapeuta.
Y es que los niños que participan en el programa disponen de un compañero-oyente, el perro, que no juzga, simplemente acompaña, con lo que ambos se relajan y el pequeño acaba disfrutando de la lectura.
¿Cómo son los perros 'escuchantes'?
Los perros del programa Perros y Letras "son animales muy equilibrados y estables, ya que se encontrarán en un espacio lleno de estímulos y necesitan estar concentrados en el trabajo que van a desarrollar", indica Elena Domínguez. No son perros especiales y pueden pertenecer a cualquier raza, excepto, en España, a aquellas clasificadas como potencialmente peligrosas, aunque en EE.UU, país donde nació el programa, sí se permiten. "Es importante además que les encante estar rodeados de gente y, en especial, niños. Es decir, no basta que los toleren, deben buscar su compañía y disfrutar de ella", añade.
Los animales no pertenecen a la asociación, son los propios del terapeuta, debidamente entrenados para esta misión. Y es que es esencial que el vínculo entre ambos sea muy estrecho. "No solo somos compañeros de vida, también de trabajo". Tenemos que conocernos muy bien, indica la directora del programa. Además, los terapeutas de cuatro patas pasan un riguroso examen cada dos años que incluye apartados como la obediencia y el vínculo entre animal y dueño para asegurar el éxito del proyecto.
La terapia está obteniendo muy buenos resultados y, sobre todo, ha sido muy bien aceptada por los niños que participan en ella. Muchas madres me cuentan que sus hijos esperan con ilusión su sesión. Cuando saben que les va a tocar, se toman su tiempo para escoger sus libros favoritos y se preparan en casa para leer mejor. Incluso hay chavales que, tras la terapia, llegan a sus casas y repiten lo que han vivido con sus animales de compañía... ¡o con sus propios padres!", asegura la terapeuta.
Cuidando del bienestar animal
Para el programa R.E.A.D el bienestar animal es fundamental, por eso, si un animal se siente incómodo en una sesión o no se encuentra en condiciones de llevarla a cabo, se busca a otro compañero para que desempeñe el mismo papel, ya que es esencial que esté en plenas facultades para ayudar a estos niños. Por ello, es esencial respetar sus tiempos de descanso y ocio así como cuidar de su salud a través de la alimentación y visitas periódicas al veterinario.
En palabras de Susana de Pedro, responsable de comunicación de Dingonatura, es emocionante comprobar cómo el llamado mejor amigo del hombre es capaz de ayudar a un niño a superar sus dificultades y mejorar su capacidad de lectura juntos. Se trata de una labor tan loable que Dingonatura ha querido formar parte de este proyecto y que los perros protagonistas puedan disfrutar de una alimentación natural que les haga vivir muchos años y puedan seguir mejorando la vida de los más pequeños.
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