Con solo 20 años, Borromeo inició su carrera mediática en el «talk show» «AnnoZero» de la Rai, uno de los programas más mordaces y polémicos de la televisión italiana. De la mano del presentador Michele Santoro, gran detractor de Silvio Berlusconi, la joven se convirtió en la bella pesadilla de «Il Cavaliere». «Berlusconi representa el mal», dijo Beatrice a «Panorama», un semanario que por entonces, en 2007, era propiedad del ex primer ministro.
Pese a que algunos medios afines al expresidente acusaron a Borromeo de musa de la izquierda legalista , ella dice no tener bandera política. De hecho, ahora trabaja en «Il Fatto Quotidiano», un periódico independiente de línea progresista que no recibe dinero de partidos políticos o instituciones públicas. Su web ya es la tercera más leída de Italia, superando la barrera de las 600.000 visitas diarias.
La revista «Newsweek» le ha fichado como colaboradora y está preparando un documental sobre las mujeres en la mafiacalabresa con el apoyo del director estadounidense Oren Jacoby.Beatrice escribió el guión y él está haciendo el rodaje.Lo conoció mientras estudiaba en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Le presentó el proyecto, le gustó y empezaron a desarrollar la historia. Eso es lo que le gusta de Estados Unidos, allí no conocen su apellido y han valorado su trabajo por lo que realmente es.
Le gustaría la política si fuera algo limpio. De hecho, no tiene esperanza en la política italiana, la gente que la hace es la misma desde hace muchos años y está salpicada por la mafia y la corrupción. No cree en el sistema y no espera que cambie. Su trabajo como periodista es vigilar y denunciar.
El regreso de B en la política dice que es como una broma de mal gusto. Pero lamentablemente no lo es. Por eso mismo ahora juega el papel del humorista. En una misma semana bailó el «Gangnam Style», fingió romperle la cabeza a un periodista e hizo bromas políticamente incorrectas frente a millones de personas en televisión. Lo mejor que sabe hacer Berlusconi es entretener al público, es un vicio de sus tiempos de actor. Pero no es un bromista... Hizo todo lo posible para silenciar a los periodistas. Y por su falta de capacidad Italia está sumergida en esta crisis. «Il Cavaliere» es un inepto, ha estado más preocupado por tener citas con prostitutas menores de edad que por dirigir el país. Berlusconi llegó a censurar un programa de televisión en el que hablaba sobre él. Lo emitieron cuatro meses después en la noche. Beatrice tiene muchas demandas contra aquellos que han intentado silenciarla o que la han difamado. Beatrice dice haber tratado a sus esposas como idiotas y siempre estar rodeado de prostitutas. Le parece asqueroso que un hombre de 76 años esté buscando relaciones sexuales con veinteañeras, y más aún que les pague por su compañía. Algunos dicen que su vida sexual es un asunto privado, pero no lo es: él era el primer ministro y podía ser chantajeado por esas chicas. Y la imagen internacional de Italia sufrió mucho por su culpa, por un primer ministro que era una broma. Berlusconi no ha respetado a una sola mujer en toda su vida, las ve como objetos. Jamás tuvo una relación sentimental que no estuviera basada en el dinero. Está claro que está enfermo, al menos de la cabeza.
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