domingo, 31 de enero de 2016

AZIZ...

Y un miedo atroz se apoderó de mí;el del perder mi independencia,mi libertad e incluso mi soledad.
Renuncié a ti,a pesar de mi amor infinito,amor en el que solo en ti encontré digno de amar pero mis desiertos eran incluso más poderosos.
Mis desiertos,de luces y sombras,de valentias y miedos, de logros y fracasos.Y aunque  tus ojos y tu piel,los tenga dibujados en mis entrañas,el miedo fue mi carcelero,al pensar en renunciar.Quizás tú también sentiste lo mismo y  al despertar de sueños y luces intermitentes,sentiste volar y llegar al cielo conmigo pero nos volvimos la espalda y bajamos de nuevo,aunque sabíamos que no habrían más besos en los labios y en nuestra piel,ni más abrazos que nos despeinaran el alma sin cesar.
Me hiciste valiente para no temer ni  a la muerte ni a la vida y acepto que no amaré más,y acepto este porvenir sin más y sin ti.
Y cuando me acuesto a la raya del día solamente por ti,tu recuerdo es el que desvela mi alma.
Ya tiempo atrás,formé una muralla para que no entrara otro amor,una muralla tan alta que cuando subo, toco las estrellas y ellas y mis maestros,guían mi esperanza de encontrarnos de nuevo,aunque yo,de momento,sigo en mis desiertos de logros y también malos sueños.Mis desiertos...sin ti.

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