Ricardo Darín y Javier Cámara,magníficos,maravillosos y reales,nos cuentan la historia compleja,intensa y brillante,con una sutileza y una elegancia que es imposible retratar mejor.
La muerte,esa que tanto miedo nos da en occidente es tratada como lo que es,un paso más,algo inevitable y a la que debemos plantarle cara nosotros mismos y no dejar que los demás sufran por no hablar sobre ella,clara y rotundamente.
La amistad no solo se queda en las personas pues avanza un poco más y nos hace partícipes del amor hacia nuestros queridos peludos,que son si cabe igual de importantes.
La emoción en estado puro sin dramatismos innecesarios.
Una entrañable historia sobre el morir,la sutileza, y lo inevitable de ésta.
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