domingo, 8 de julio de 2012

MARTA GELLHORN

Nació en 1908 en Missouri(EE.UU).Su padre fué un emigrante prusiano que amaba viajar,su madre, fue una indómita mujer que participó activamente en un movimiento que luchó por el derecho de la mujer al voto.La Libertad y la rebeldía la heredó de ambos. Ésta mujer sólo soñaba con dedicarse a la literatura y nunca al periodismo.En 1936, en un bar de Key West(florida), conoció al escritor Ernest Hemingway, cuyo nombre comenzaba a resonar debido a libros como “Fiesta”, “Adiós a las armas” y “Las verdes colinas de África”. Ernest , la deslumbró diciéndole que en España había estallado una guerra civil y que él iría como “corresponsal antiguerra”, como cronista de los guerreros del lado que según él, representaban la justicia y la libertad: Los republicanos. A ella le fascinó la definición “corresponsal antiguerra” y aceptó al año siguiente viajar con él a Madrid. Se había conseguido un papel como colaboradora de la revista “Collier’s, aunque le aterraba la idea de ser testigo de tanta violencia, sobre todo entre connacionales. En la introducción de su libro de crónicas :"El rostro de la guerra" ,recordó ese momento revelador que la marcaría para siempre: “Unas semanas después de haber llegado a Madrid, un amigo periodista me sugirió que escribiera. Al fin y al cabo, yo era escritora, ¿no? Pero, ¿Cómo podría escribir sobre la guerra, qué sabía yo de ella, y para quién iba a hacerlo? En primer lugar, ¿Cómo empezó todo? ¿Tenía que ocurrir algo colosal y definitivo para poder escribir un artículo? Mi amigo periodista sugirió que escribiera sobre Madrid. A quién podría interesarle, pregunté yo; lo que allí sucedía no era más que la vida cotidiana. El me hizo ver que aquella no era la vida cotidiana de todo el mundo,era una guerra”. También recordó el envío de una primera crónica a la revista “Collier’s”, describiendo los horrores del conflicto y las matanzas de la población civil. Ella creyó que jamás le publicarían, pero se equivocó. La contrataron de inmediato. Ninguna de las guerras que estallaron en sus ochenta y nueve años de existencia le fueron ajenas. La más notable de las corresponsales de guerra del mundo era una consumada pacifista que nunca declinó su permanente denuncia contra quienes inventaban batallas para engrosar sus cuentas bancarias. Decía que la más devastadora epidemia de la que todavía no se desprende la humanidad, no era ni la corrupción ,ni la droga, sino la venta de armas. Y lo decía con la certeza de quien había sido testigo de los peores enfrentamientos, como una periodista a quien le importaba más el sufrimiento de la gente que los cubileteos diplomáticos para alargar las guerras o la eficacia de las tácticas bélicas con tecnología punta. Ella prefería escribir sobre la lucha por la vida, y no sobre las victorias de la muerte.Marta Gellhorna, jamás habló públicamente de la vida que compartió con Hemingway, sencillamente porque creía que no era importante y jamás aceptó una entrevista, porque consideraba que todo lo que se quería saber de su existencia estaban en sus artículos. Fué una observadora pertinaz,objetiva,de caracter decidido y vehemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario