sábado, 23 de junio de 2012

"EL PRINCIPIO ES MI FIN".PODEIS VER LA PELICULA DIRIGIDA POR JO BAIER Y PROTAGONIZADA POR BRUNO GANZ Y ELIO GERMANO O LEER EL LIBRO DEL MISMO NOMBRE.A CONTINUACIÓN OS DEJÓ RETAZOS DE SU VIDA .ESPERO QUE LO DISFRUTEIS TANTO COMO YO.

Si me preguntas qué dejo al final de mi vida, dejo un libro que quizá pueda ayudar a alguien a ver el mundo de un modo mejor, a disfrutar más de su propia vida, a verla en un contexto más amplio, como el que yo siento con tanta fuerza: Tiziano Terzani. Cuando en marzo de 2004, Tiziano Terzani, debido a una enfermedad terminal, ve acercarse el final de su vida, decide reunirse con su hijo Folco para mantener con él unas valiosas conversaciones sobre la vida que ha llevado. Aceptando su destino con la serenidad propia del que ha frecuentado las filosofías orientales durante gran parte de su vida, Terzani rememora los hechos que han marcado su existencia y la de los suyos. Nacido en el seno de una humilde familia florentina en los albores de la Segunda Guerra Mundial, Tiziano Terzani quiere transmitir a su hijo su insaciable curiosidad por el mundo y sus habitantes. Desafiando el destino que le reservaba su origen social, decidió ser periodista y recorrer incansablemente nuestro planeta. Frente a su mirada comprometida desfilaron la mayoría de los hechos determinantes del convulso siglo XX: la guerra fría, la China maoísta, el apartheid surafricano o la guerra de Vietnam son sólo algunos de los acontecimientos que marcaron la trayectoria de este hombre extraordinario. Tiziano Terzani (1938-2004) quedará para la posteridad como uno de los más brillantes corresponsales de guerra de la historia del periodismo. Su contacto directo con las personas que sufrieron las guerras en sus propias carnes despertó en él un humanismo muy crítico con el poder. Defensor de un periodismo comprometido, Terzani dejó con El fin es mi principio un legado de grandísimo valor no solamente para su familia, como era su propósito, sino para los lectores de todo el mundo. Folco,(su hijo)dijo a los medios españoles: El sereno, casi divertido paseo hacia la muerte: mi padre diría que él había visto esta vida desde todos los ángulos. Pero eso ya no le interesaba demasiado. Si en algo estaba interesado ahora era en ver que vendría después... ¡La única cosa de la que se lamentaba era que no sería capaz de escribir sobre ello! A lo largo del libro, podemos encontrar una serie de mensajes y frases sabias que nos deja Tiziano Terzani, como éstas: -Sobre la verdad- "Hace falta tiempo, y hace falta un gran sentido común y una cultura independiente para saber qué es verdad. Si no, te crees cualquier cosa." -Sobre el amor- "Si amas una cosa, el mayor castigo es tener que estar alejado de ella." -Sobre el camino de la vida- "En la vida hay un camino, y lo gracioso es que no te das cuenta hasta que ha acabado." -Sobre la historia- "Cuando el presente no me interesa, yo tengo un gran refugio: la historia. Es que si no comprendes la historia, no comprendes la actualidad." -Sobre el progreso- "Hay algo en la naturaleza humana que ve lo que llamamos «progreso» como un avanzar y destruir para crear algo nuevo." -Sobre la autenticidad- "El verdadero deseo, si se quiere tener uno, es el de ser uno mismo." -Sobre el futuro- "El futuro es una caja vacía en la que metes todas tus ilusiones." -Sobre el pasado- "El pasado es sólo memoria, una caja cerrada en la que has metido lo que te gusta y de la que has sacado lo que no quieres." -Sobre la diversidad- "Únicamente la diversidad del mundo crea vitalidad y da mayor libertad a mucha gente, mientras que la uniformización según modelos preestablecidos no hace sino llevar al límite determinadas situaciones y eliminar muchas alternativas atractivas." -Sobre los valores- "Es la razón que se ha vuelto loca, se ha vuelto loca por la economía. La economía se ha convertido en el criterio principal de todo, no hay otros valores" -Sobre el poder y libertad- "Yo nunca he sido amigo de un poderoso. Es muy importante este sentido de la libertad propia, de no querer depender de la benevolencia de nadie." -Sobre la comprensión- "Si te dedicas con compasión, amor y mucha tenacidad a cualquier tema, llegas a comprender el mundo." -"Es necesario un gran esfuerzo espiritual, una gran reflexión, un gran despertar." -"Cuando te encuentras en un cruce y una calle va hacia arriba y otra hacia abajo, toma la primera, la que va hacia arriba. Es más fácil andar cuesta abajo, pero al final vas a parar a un agujero. En la subida hay esperanza. Es difícil, es otra manera de ver las cosas, es un reto, te mantiene alerta ..." -"...¡Y vive ahora! el pasado es simplemente un recuerdo, no existe. Son tus recuerdos acumulados, reordenados, falseados. Ahora, en cambio, no falseas nada. Lo que esperas del futuro es una caja repleta de ilusiones, vacía. ¿quién te dice que se llenará? `ahora trabajo, luego me jubilaré e iré a pescar.´ ¿quién sabe si aún habrá peces? la vida sucede en este momento y en este momento es cuando uno tiene que saber disfrutar de ella. -" Saskia,es fantástico que hayas venido a verme. Y recuerda: yo estaré aqui. Estaré en el aire. Así que de vez en cuando, si quieres decirme algo, apártate, cierra los ojos y búscame. Hablaremos. Pero no con el lenguaje de las palabras. Con el silencio. Tiziano Terzani "El fin es mi principio": "He pensado mucho en lo que me preguntabas sobre la meditación.Yo creo que..., cómo lo diría.... Ante todo, la meditación es algo inconsciente. No es que te coloques y digas... El problema no es estar sentado,el problema es entrar,de manera totalmente inconsciente, por impulso interior,en una dimensión en la cual percibes que las cosas no son como se nos aparecen, que existe otro nivel. Y eso te consuela, te anima, es a lo que recurres, a lo que puedes volver." RETAZOS DE "EL FIN ES MI PRINCIPIO": Oí hablar de Tiziano Terzani antes de leerle, y de inmediato me fascinó el personaje: un amigo, me habló de un periodista muy conocido en Italia, empapado del continente asiático durante varias décadas, quien, cuando le comunican que tiene un cáncer incurable, se va a las montañas del Himalaya a aceptar que va a morirse. Qué imagen más poderosa: el hombre experimentado, el anciano prematuro con la mirada de los mil metros, alguien que lo ha vivido todo, recortado contra las cumbres nevadas del norte de India, aprendiendo a morir. Antes de eso, Terzani tuvo una de las vidas más fascinantes que uno pueda concebir: tras una juventud no demasiado infrecuente en la Italia de los 60 –estudios en la universidad, cierta militancia izquierdista, trabajo en la Olivetti-, Terzani decidió que quería ser periodista, y se recorrió las redacciones de media Europa ofreciendo sus servicios como corresponsal. Aunque hablaba un alemán macarrónico, el semanario alemán "Der Spiegel" le ofreció una colaboración regular desde Asia. Terzani estaba obsesionado con la China de Mao, pero por aquel entonces era un mundo completamente cerrado, como lo era en cierto modo Taiwán, así que el periodista novato se instaló en la “tercera China”: Singapur. Desde allí cubrió los conflictos de Vietnam y Camboya: estuvo en el primer grupo de periodistas en visitar a los guerrilleros vietcong en su propio territorio, casi fue fusilado por los Jemeres Rojos, asistió a la caída de Saigón. Tras unos años en Hong Kong, fue corresponsal en China durante casi una década. A sus hijos, como él mismo reconoce en uno de sus libros, les “impuso su amor por China”, matriculándoles en escuelas públicas chinas. Terzani llegó a China con una visión bastante positiva del maoísmo, pero sus artículos se fueron haciendo progresivamente críticos. Por ello, pasados unos años, fue arrestado, enviado a un campo de reeducación, y expulsado del país para siempre. Tras China, Terzani vivió en Japón y Tailandia. Y fue en Bangkok donde le ocurrió uno de los episodios más memorables de su vida: en 1992, recordó que veinte años antes, un adivino le había prevenido respecto a ese año: durante esos doce meses, le había dicho, no debía tomar ningún transporte aéreo, o de lo contrario el riesgo de muerte era muy alto. Cuando Terzani le contó esto a su jefe, que estaba de paso por Bangkok, éste, que debía ser bastante supersticioso, le autorizó a continuar con su trabajo normal aun sin tomar aviones. Imaginad: un año viajando por Asia en medios de transporte tradicionales, en tren, barco, burro y canoa. “A los 55 años, uno no tiene demasiadas oportunidades de introducir poesía en su vida. De Bangkok saltó a India, y fue allí donde se le descubrió el cáncer. Visitó a los mejores especialistas en EE.UU. y a todo tipo de curanderos en Oriente, pero ninguno pudo sanarle. Entonces, solo, se dirigió al Himalaya. Tras un año y medio en aquellas cumbres, en contacto con un gurú, aceptó la muerte como un hecho natural, y regresó a Italia, a pasar sus últimos días con los suyos, en una casita que la familia tenía en la aldea de Orsigna. Un día le propuso a su hijo tener una conversación cada día, y grabarla, en la que Terzani explicaría a su vástago cómo había sido su vida y lo aprendido. Terzani explicó, que, si le diesen una pastilla que le permitiese vivir diez años más, no la tomaría. ¿Para qué? Yo ya lo he vivido todo. Lo único que podría hacer es repetirme. La única experiencia nueva que le quedaba, aseguraba, era la muerte. Y ésta había dejado de ser temible. Terzani murió en julio de 2004. La gran enseñanza que les dejaba a sus hijos, y a todo aquel que lea sus libros, es que uno ha de seguir su propio camino, no el que otros le marcan, aunque parezca difícil o arriesgado.

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