jueves, 5 de abril de 2012

CARTA DE UNA MADRE A SU HIJA...

Mi querida hija, el día que sea vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos, repito constantemente las mismas palabras, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor,y recuerda los tiempos en los que eras niña y te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar, no te enfades y por favor no me averguences, solamente recuerda las veces que tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras. Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no te desesperes. Recuerda que te enseñé a hacer muchas cosas; comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como afrontar y lidiar con la vida.Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante,solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mi es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que te ofrecí las mias cuando diste tus primero pasos. Cuando estos días vengan, no te sientas triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida,porque tan sólo quiero amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré. Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi hija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario