sábado, 2 de noviembre de 2019

ANA DE POMBO,TAN MARAVILLOSA COMO DESCONOCIDA PARA EL GRAN PÚBLICO...

Pasó su adolescencia en Barcelona y muy joven, casada y sin haber cumplido los 18 años, se marchó a París, atraída por las ensoñaciones que le inspiraban la capital francesa, iniciando una próspera carrera dentro de la alta costura. Con el apoyo de unos amigos puso una casa de modas que posteriormente vendió para ser directora de empresa y secretaria personal de Coco Chanel, que abandona por discrepancias profesionales. Después abre un establecimiento propio en el que contrató a las 52 modistas que salieron con ella. Coco la demandó, perdió el juicio y la indemnizó, pero siguieron siendo tan buenas amigas,que Chanel fue a verla cada verano a Marbella y recordaban los viejos tiempos.


Jeanne Paquin la contrató para dirigir la casa que abrió en Buenos Aires. Su cometido: atraer a la alta sociedad bonaerense, fiel a BalenciagaChanel y otros grandes de la moda. Por entonces ya arrastraba la fama de excéntrica que la acompañará durante toda su vida, y así lo demostró con los diseños de sus escaparates, basados en la iconografía de Velázquez, una tendencia retro muy aplaudida en Europa.
En sus memorias relata la admiración que sus diseños despertaron en Eva Perón con la que trabajó para su visita oficial a España en 1947.

Su prestigio en la alta costura fue básico para introducirse en el cine, donde diseñó los vestuarios de diversas películas, además de confeccionar vestidos para Dolores del Río y Lola Membrives. En Argentina conoce al que se convertirá en su tercer marido, Pablo Oliveras, un arquitecto más joven que ella, quien la incita a regresar a Europa donde proyectará su carrera con unos fines más ambiciosos de los que tenía en Argentina.


En Madrid abren 'Tebas', donde alternaban la moda y la decoración. Ana trató de quedar en un segundo plano y cedió este espacio a su esposo quien pronto se dedicaría en exclusiva al mueble, el arte y las antigüedades. Gracias a sus contactos personales, su clientela la formaban lo más relevante de la sociedad nacional, desde doña Carmen Polo a destacados intelectuales de la época como Marañón y Manuel Machado. Durante los primeros años, el establecimiento fue un negocio próspero, luego cerró sus puertas por falta de apoyo económico.


Su afición poética despertó en a los 69 años, llegando a publicar varios libros de poemas. Las razones de este tardío amor hacia la poesía acaso podrían encontrarse en tres acontecimientos trágicos de su vida: la muerte de sus dos hijos y las calumnias levantadas sobre ella. 

Llegó a Marbella en la Semana Santa de 1957 para reemprender, por enésima vez, su vida. Su vida estaba llena de contradicciones. No sabía coser, pero sus sombreros alcanzaron fama internacional,se confesaba iletrada, pero alternaba en los círculos intelectuales y redactaba reseñas de moda mientras tomaba el aperitivo en la terraza del Salduba y proseguía con su fuertes convicciones religiosas.

Pionera igualmente en la defensa del Patrimonio,declara su amor hacia  Marbella. En ella expresaba su decepción ante las demoliciones de casas antiguas, y recomendaba que «guarden sus muros, sus fuentes, sus puertas, para ejemplo de lo que fue el pasado de Marbella y el pasado de ellos mismos.

Abrió la primera boutique de modas en Marbella». Más tarde vino Maroma, salón de té frecuentado por ilustres visitantes como la Duquesa de Kent. Pocos sospechaban en aquellos momentos que Maroma pasaría a la posteridad, más que por el glamour de su clientela, por los paneles inspirados en el flamenco que dibujó Cocteau en 1961.


Trabajó entre 1966 y 1968 en la tienda de la calle Valdés, un local coqueto, decorado con grabados de Goya, hierro y cristal, chimenea y columnas antiguas. Un marco vanguardista en el que atendió a sus clientas y pudo deleitarse viéndola diseñar sus sombrero. Destaca su ingenio creativo y la facilidad con que materializaba unos diseños que adquirían sus fieles seguidoras:Beatriz de Saboya, las duquesas de Peñaranda y de Duquesa de Alba, entre otras,pues sus propuestas eran aceptadas por cientos de incondicionales.


En una publicación del museo del traje de Madrid, Lola Gavarrón rescata del olvido la profesionalidad de esta mujer: en accesorios, nadie supera su talento y magia. Instalada en la Plaza de los Naranjos de Marbella, hace sombreros inimitables a una clientela internacional.


Gracias a su marido Pablo, contactó con el mundo del arte y se le despertó la curiosidad por las antigüedades, de las que llegó a ser una experta. Fue el creador de «esa casa pintada en negro, por la que suspiraba Balenciaga, en cuyas paredes estaban los paneles de Cocteau junto con un cuadro de Agustín Hernández.


Quizá lo menos conocido sea su faceta de bailarina, en la que destacó notablemente como 'Ana de España'. En su libro sobre la danza española, Rocío Espada atribuye el nacimiento del concierto de castañuelas hacia 1940 a tres mujeres que comenzaron a improvisar pequeños conciertos acompañadas de un piano: Ana de Pombo, Laura de Santelmo y Manuela del Río.

Tras su etapa en Marbella,fue internada ya enferma,en una residencia en Madrid.Murió a los 85 años.


PARA PAQUÍN...



VESTIDA DE CHANEL


ANA DE POMBO POR...LOLA GAVARRÓN
BÉRARD PARA ANA DE POMBO



















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