La rutina diaria de Kupata es siempre la misma. Como si tuviera un reloj, sabe cuando salen los niños de la guardería y escuela de la zona. Los ayuda a cruzar la calle, va siempre delante para que los coches se paren, salta delante de ellos y ladra para obligarles a frenar o recrimina el paso a los que no se paran mientras los niños comienzan a cruzar por el paso de peatones.
Kupata vive en la calle, suele dormir en la puerta de la casa de Nona Zakareishvili. Las personas del barrio se encargan de él, y no le falta de nada, ni comida ni amor. Como está muy bien alimentado, uno de los carniceros lo apodó Kupata, en honor al plato de carne georgiana Kupati. El Departamento de Turismo de Ayaria le han regalado una caseta con una estrella similar a las que se encuentran en el Paseo de la Fama de Hollywood. “People’s choice” (La elección del pueblo) reza la inscripción en georgiano e inglés en la estrella personal del perro callejero. Además, va a ser fichado para que ejerza su función de una manera oficial, con un brazalete y un distintivo de ‘perro guardián’. Los perros nunca dejan de sorprendernos.
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