Julia, un día escuchó desde su casa el piar de un pajarillo que sonaba a grito de socorro. Inmediatamente, acudió al lugar de donde provenía el sonido y se encontró a un pequeño gorrión atrapado en una rendija. Seguramente y debido a un golpe de calor, el pequeño pajarillo se precipitó desde el tejado y se quedó allí sin poder salir. Tras el ‘rescate’ Julia decidió hacerle un hueco en su casa y ahora Iñaki, que así es como lo ha llamado, vive feliz en su nuevo hogar.
El de Iñaki no es un caso aislado, ya que hace unas semanas la organización SEO Birdlife ya advirtió que las altas temperaturas que estamos padeciendo en España también están afectando a las aves. Para evitar golpes de calor pidió a los ciudadanos que ayudaran a los pájaros a no deshidratarse, colocando un recipiente con agua en los poyetes de las ventanas. De esa forma, ellos mismos pueden beber cuando tengan sed.
Gracias al gesto de Julia, Iñaki ha evitado un fatal desenlace y tras los dos meses en los que ella se preocupaba por darle de comer y proporcionarle todo tipo de cuidados, ahora el pequeño gorrión se hace mayor y ya puede alimentarse solo y revolotear por la casa, llenándola de alegría.
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